TENER VALOR DE LLEGAR A SER DON
Discurso licenciatura IVos Medios – viernes 7 de diciembre de
2012
......Estimados alumnos de IVº medio, voy a empezar con un poco de ciencia ficción.
......Me proyecto dentro de
10 - 15 años. Ustedes ya son adultos jóvenes, seguramente bien instalados en la
vida. Me llega un regalo. Lo abro. ¿Y
qué encuentro dentro? ¡Tres fotografías!
......Las miro y veo los mismos rostros de
ustedes, que ahora están en espera de su diploma.
¡Las fotos están envejecidas,
pero son los mismos rostros!
......Me pregunto cómo serán
estos jóvenes dentro de 10-15 años. Esta inquietud me provoca como rector a
dejarles, en este momento, un mensaje fuerte, porque así espero y deseo que
sean ustedes en el 2022, en el 2027 o más todavía: ¡Jóvenes adultos que tienen el valor de ser don!
......Estimados alumnos
egresados, su vida ha sido y es un don. ¡Un don recibido! Don de Dios en primer
lugar; don de su familia; don de tantas personas que les han ayudado a crecer.
......Ustedes son también un
don de esta Institución, que durante años, a través de su Proyecto Educativo y
la labor de muchas personas, ha estado a su servicio en la educación.
......Mi deseo y mis votos en
esta noche de despedida es que también ustedes lleguen a ser un don, un
don de verdad con sus propias vidas.
......Estos deseos no deben
resultar extraños. Son, de alguna forma, inherentes a nuestra carta magna, el
Proyecto Educativo. En el fondo ahí se describe un perfil de hombre y de mujer
que se construyen en base a cuatro valores fundamentales.
¿Cómo será, entonces, el
perfil del murialdino proyectado al futuro?
......Será una persona que
sabe que su valor es proporcional a su capacidad de ser don para los demás.
......Será una persona que
tiene claro cómo logrará realizarse. Su autorrealización no estará en función
de sus éxitos en la universidad o en diferentes campos de sus futuras
profesiones. Aunque todo ello tiene mucha importancia para la vida, no es lo
esencial. Porque, en el fondo, todo ello responde a una visión utilitarista de
la persona humana. Porque todo ello se traduce, al fin y al cabo, en plata.
Todo el esfuerzo para ganar más dinero. ¿Se dan cuenta? Ganar cuanto más dinero
es la aspiración más común hoy en día (negarlo sería políticamente no
correcto); pero, es la trampa de muchos que hacen consistir en eso su
autorrealización. ¡El hombre vale por la plata que logra tener!
Por el contrario, lo que
aspiramos y esperamos de un Murialdino es que no mida su felicidad y su éxito en
la vida en función de cuanto recibe,
sino en proporción de cuanto es capaz de dar. Para eso han estado tanto
años en este Liceo.
......Sé que estos conceptos
no forman parte del acervo cultural de la sociedad y de la juventud de hoy. Por
eso este Liceo de alguna forma navega contracorriente.
......Mi reflexión, entonces,
se hace deseo y oración por ustedes: que ustedes, nuestros jóvenes graduandos,
sepan convertirse en un regalo por los demás. No sean egocéntricos, no sean
egoístas, no sean narcisistas, no piensen sólo al dinero, no estén mirándose
siempre el ombligo, ni siquiera se crean el ombligo del mundo…
......Y en cada etapa de la
vida sepan redescubrir la raíz que
sustenta todo esto: la fe, lo cual
se traduce en mantener vivo contacto con Quien, desde fuera del tiempo y del
espacio, quiso hacerse temporal y corporal; quiso hacerse hombre en el seno de
una joven hebrea, cuya fiesta celebramos mañana: la Inmaculada. Quiso, en
definitiva, hacerse don para la
humanidad, evento que celebraremos dentro de 20 días en Nochebuena. Justo
por esa extraordinaria irrupción de Dios en la historia del hombre, la plena
realización del hombre, desde entonces, está en hacerse don, regalo.
......Nuestra esperanza en
ustedes va más allá todavía. Nuestra esperanza es que todo lo que son, lo
enseñen también a los demás, a los jóvenes que encontrarán fuera de aquí en los
nuevos rumbos que les depara la vida. Para ello hace falta coraje, el coraje del testimonio.
......En fin, hago votos para
que ustedes murialdinos, egresados del 2012, tengan en la vida mucho coraje: el
coraje de hacerse don y de enseñarlo con su testimonio también a los que
encontrarán en sus vidas.